Eritema y edema en la región periorbitaria (eritema en heliotropo), poiquilodermia en áreas fotoexpuestas, pápulas rojo-violáceas liquenoides en el dorso de las articulaciones metacarpofalángicas e interfalángicas (pápulas de Gottron) o en los codos y las rodillas (signo de Gottron), e hipertrofia de cutículas con telangiectasias periungueales.
En la dermatomiositis juvenil a menudo aparece calcinosis cutis extensa.
Image
6.1. Eritema facial y edema palpebral (eritema en heliotropo) en una paciente con un cáncer de mama subyacente.
Image
6.2. Eritema, atrofia, telangiectasias e hiperpigmentación en la V del escote. La paciente también presentaba lesiones de poiquilodermia en porción alta de la espalda (signo del chal).
Image
6.3. Pápulas eritemato-violáceas, brillantes y de aspecto liquenoide en dorso de articulaciones metacarpofalángicas e interfalángicas (pápulas de Gottron).
Image
6.4. Pápulas eritemato-violáceas formando finas placas en el codo, compatibles con signo de Gottron. Estas lesiones pueden confundirse con placas de psoriasis.
Síntomas de alarma
Las manifestaciones cutáneas suelen preceder a la clínica sistémica, que se caracteriza por debilidad en la musculatura proximal que impide realizar determinadas tareas, como elevar los brazos por encima de la cabeza o subir escaleras. Sin embargo, también existen formas amiopáticas de dermatomiositis.
Otras manifestaciones sistémicas son la disfagia, la neumonitis intersticial y las arritmias cardíacas.
Entre el 15 y el 25% de las dermatomiositis se asocian a una neoplasia subyacente1.
Puntos clave para el diagnóstico diferencial
Lesiones cutáneas características de dermatomiositis ocasionalmente pruriginosas. El prurito no suele estar presente en otras conectivopatías, como el lupus eritematoso.
Hallazgos clínicos de miopatía inflamatoria en la musculatura extensora proximal, incremento sérico de enzimas musculares y alteraciones en el electromiograma.
Hasta en la mitad de los casos, el LECS puede acompañarse de síntomas de lupus eritematoso sistémico, y más del 80% tienen anticuerpos antinucleares positivos (anti-Ro/SSA)1,3.
Existen varios autoanticuerpos asociados a la dermatomiositis, cada uno con diferentes implicaciones clínicas y pronósticas: anti-Mi-2 ligado a manifestaciones cutáneas, anti-Jo-1 en el síndrome antisintetasa, anti-CADM-140 en la dermatomiositis amiopática y anti-p155 en la dermatomiositis paraneoplásica2.
La información que figura en este sitio web está dirigida a profesionales sanitarios facultados para prescribir o dispensar medicamentos que ejercen su actividad profesional en España, por lo que requiere una formación especializada para su correcta interpretación. El producto mencionado puede tener una ficha técnica autorizada diferente en otros países. Si usted pulsa sobre el botón “Aceptar”, estará manifestando que es usted un profesional sanitario habilitado para prescribir o dispensar medicamentos, así como su voluntad de acceder en calidad de tal a la información contenida en este sitio web.