15. Eccema crónico
Características específicas de la lesión1
El eccema crónico se caracteriza por la alteración de la barrera epidérmica con la presencia de placas liquenificadas y pápulas excoriadas1. En muchas ocasiones se observa la presencia de fisuras dolorosas, si las lesiones se localizan en la zona palmoplantar.
Suele denominarse eccema crónico cuando persiste más de 6 meses.
Histológicamente, se observa la presencia de espongiosis (edema intercelular) y vesículas intraepidérmicas, junto con un infiltrado inflamatorio linfocitario.
Suele manifestarse más con sintomatología de ardor o dolor que de prurito.
El eccema puede presentarse en el contexto de diferentes enfermedades, como el eccema numular, la dermatitis atópica, el eccema seborreico o el eccema de manos.
También puede acompañar a otras entidades, como el síndrome de Wiskott-Aldrich o la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana2.
El eccema crónico requiere para su correcto diagnóstico etiológico la realización de pruebas de provocación cutánea (epicutáneas o del parche, o bien prick test) para identificar los factores ambientales desencadenantes.